Muy justa es la afirmación de que el ministerio de cultura de los Estados Unidos está repartido entre Hollywood y la industria del entretenimiento cuyo músculo permite una política de penetración de sus valores e imaginario cultural en todo el mundo. No hace falta una campaña en torno a su calendario festivo. Gracias a estas poderosas plataformas el mundo entero sabe lo que es el día de acción de gracias, el 4 de julio y la fiesta de Halloween, y es a través de ella que se ha moldeado el gusto, las preferencias musicales y los modelos estéticos que ellos han impuesto a partir de ese eufemismo curioso de la invasión cultural llamado globalización. A propósito de esto recuerdo una película de Julio César Mármol con guion de José Ignacio Cabrujas llamada “La Invasión” donde, en tono surrealista se plantea un ataque al territorio venezolano por diferentes fuerzas extranjeras sorprendiendo a temporadistas que disfrutan un fin de semana en la playa de Puerto Cruz. En una escena, el avión de la fuerza aérea yanqui bombardea la playa con muñequitos de los personajes de Disney.
Con el nuevo milenio aparecen las plataformas de streaming las cuales garantizan mayor masividad en el consumo de esa comida chatarra. Sin duda que es en ese terreno de lo simbólico donde más ha hecho daño la política expansionista de los vecinos del norte. Daño porque el propósito final es el despojar a los pueblos de su identidad imponiendo, como buenos colonialistas, sus valores en clave de dominación.
Por eso es un respiro encontrarse con iniciativas como el Canal Cultura Venezuela que ostenta ese hermoso lema “La Patria donde estés” y que debe convertirse en la ventana contracultural de un país cuyas manifestaciones, expresiones, creaciones e idiosincrasias son de una riqueza envidiable.
El Canal Cultura Venezuela es una iniciativa del Ministerio del Poder Popular para la Cultura inaugurada en agosto de 2021. Cuenta con trasmisión permanente via streaming y con contenidos a la carta que abarcan diversos aspectos de la cultura, en su sentido más amplio, incluyendo las Bellas Artes, la historia y corrientes de pensamiento para la descolonización.
Es un David, ciertamente, enfrentado al Goliat que monopoliza los medios de divulgación a nivel mundial y que dirige sus municiones contra una juventud a la que ya han preparado para el inmediatismo y el individualismo a partir del culto al ego. Pelea desigual pero no perdida por lo que tiene de reto al aspirar productos elaborados bajo estándares de calidad audiovisual y con contenidos atractivos por su honestidad, fidelidad de la realidad retratada, así como un estrecho vínculo con las comunidades y su alma creativa. Productos que pongan en evidencia, a modo de contraste, el basamento ético que constituye un modelo de sociedad humanista y diversa enfrentado a ese otro modelo expansionista y global.
Saber que desde cualquier parte del mundo puedes tener acceso a eventos tan conmovedores como el concierto del 4 de junio de 2023, en la emblemática Esfera Caracas, Con artistas como Jesús Sevillano, Gualberto Ibarreto y Cecilia Todd, rindiendo un más que merecido homenaje a la figura de Jesús Soto. Donde, gracias a la magia de la tecnología y al genio creativo de Chuchito Sanoja, volvimos a escuchar la voz “agustinlarada” de Soto en prodigiosos duetos con representantes de variopintas generaciones musicales. Saber que esto y mucho más es posible solo accediendo a www.culturavenezuela.com es quizás un pequeño pero esperanzador paso para entrar con convicción en la guerra de lo simbólico, a defender la Patria donde estés.